El mes de octubre suele poner a prueba la resistencia de nuestras infraestructuras. Las lluvias intensas, el viento y los cambios bruscos de temperatura afectan tanto a empresas como a hogares, y pueden provocar daños importantes si no se actúa con previsión.
Más allá de la cobertura del seguro, la prevención climática es una parte esencial de la gerencia de riesgos. Prepararse no consiste en alarmarse, sino en anticiparse con sentido común y con una estrategia clara.
Pequeñas revisiones que evitan grandes daños
Las tormentas no avisan, pero sus consecuencias sí pueden minimizarse con un mantenimiento básico:
- Revisar desagües, canalones y bajantes, eliminando hojas o suciedad que impidan el drenaje.
- Comprobar cubiertas y tejados, buscando filtraciones o tejas sueltas.
- Asegurar rótulos, toldos, antenas y elementos exteriores, que pueden desprenderse o causar daños a terceros.
- Verificar el estado de fachadas y sellados de ventanas, especialmente en zonas expuestas al viento.
Estas acciones requieren poco tiempo y tienen un retorno enorme en tranquilidad y seguridad.
La importancia de un plan de continuidad
Cuando ocurre un episodio climático extremo, la rapidez y el orden marcan la diferencia. Contar con un plan de continuidad permite actuar sin improvisar:
- Saber a quién llamar (proveedores, servicios técnicos, mediador de seguros).
- Registrar los daños con fotos o vídeos para facilitar la gestión del siniestro.
- Aislar o proteger la zona afectada para evitar daños mayores.
- Revisar lo ocurrido y tomar medidas para reducir el riesgo de repetición.
Tener claros estos pasos convierte una crisis en un proceso gestionable y controlado.
La prevención como cultura
El cambio climático nos obliga a repensar la forma en que protegemos nuestro entorno y nuestros bienes. Las lluvias torrenciales y los vientos extremos serán cada vez más frecuentes, y prepararse ya no es opcional: es una responsabilidad.
En Quality Brokers, ayudamos a empresas y familias a anticiparse, protegerse y recuperarse. Evaluamos sus puntos vulnerables y diseñamos estrategias de prevención adaptadas a cada caso. Porque la mejor forma de hacer frente a la tormenta es haberla previsto antes de que llegue.



