En el entorno industrial, los imprevistos pueden aparecer en cualquier momento y poner en jaque la continuidad de una fábrica. Un incendio, una inundación o la avería de una máquina esencial pueden detener la producción y dejar a la empresa sin ingresos durante días o incluso semanas. Frente a situaciones tan delicadas, contar con un seguro de interrupción de negocio marca la diferencia entre sobrevivir o verse obligado a cerrar.
Este tipo de seguro está pensado precisamente para esos momentos críticos. Mientras el seguro de daños materiales cubre la reparación de las instalaciones y la maquinaria, el seguro de interrupción de negocio va más allá: protege la cuenta de resultados de la empresa compensando la pérdida de beneficios y ayudando a afrontar los gastos fijos durante el tiempo que dure la inactividad. Es la herramienta que permite seguir pagando nóminas, alquileres y compromisos financieros, evitando que la empresa tenga que recurrir a sus propios fondos o endeudarse para salir adelante.
En Quality Brokers hemos sido testigos de cómo este seguro ha permitido a fábricas textiles y empresas industriales reponerse tras un siniestro grave. En ocasiones, hemos visto cómo, tras un incendio, la empresa ha podido mantener a su equipo y reiniciar la actividad con normalidad gracias a disponer de esta cobertura. Sin embargo, también hemos conocido casos en los que la ausencia de esta protección ha supuesto el cierre definitivo del negocio.
A la hora de contratarlo, es fundamental analizar bien la actividad de la empresa y dimensionar correctamente la suma asegurada para no quedarse corto. Además, conviene revisar el periodo de indemnización y las coberturas adicionales disponibles.
En Quality Brokers, nuestro trabajo es acompañar al cliente en esa gestión del riesgo, asegurando que la póliza responde realmente a las necesidades de su industria y garantizando la tranquilidad y continuidad del negocio.