Cuando llega el momento de contratar un seguro y se analizan las distintas ofertas que hay en el mercado, es muy probable que no resulte sencillo decidir cuál de ellas es la que mejor se adapta a nuestros intereses.
Las hay de diferentes precios, con más y menos coberturas… Por un lado, las más baratas no siempre incluyen las garantías que precisa el cliente y, por otro, las pólizas más caras pueden incorporar coberturas que el asegurado no necesita. Contar con asesoramiento profesional ayudará a encontrar la adecuada. Esta es la principal ventaja de suscribir el seguro por medio de un corredor.
El corredor de seguros es un profesional independiente, lo que significa que no está vinculado a ninguna compañía de seguros y que su misión es actuar siempre en beneficio de los intereses de sus clientes. Se trata, además, de un profesional cualificado al que se exige no solo una amplia formación regulada por ley, sino también contar con elevadas garantías financieras.
Desde su posición independiente, el corredor analizará la oferta disponible en el mercado y recomendará al cliente el seguro que más le interese por coberturas y precio. Además, gracias a la relación al conocimiento personal que tiene de su cliente, le asesorará para que las coberturas estén bien configuradas, evitando situaciones de sobreseguro o infraseguro.
Una vez suscrita la póliza, si el asegurado tiene un siniestro, el corredor le ayudará en la tramitación y defenderá los intereses del cliente ante la aseguradora.
Además, contar con este asesoramiento profesional no repercutirá en el precio del seguro, puesto que el corredor no cobra cantidad alguna al asegurado, sino que percibe su retribución de las propias compañías de seguros. Con frecuencia, estos profesionales, gracias a su profundo conocimiento del mercado, son capaces de encontrar ofertas con precios más reducidos que los que se pueden conseguir por otras vías.